jueves, 11 de abril de 2013

Grupo Étnico Salasacas



GRUPO ETNICO SALASACA

A 14 km al oriente de la ciudad de Ambato, en una llanura arenosa, se encuentra asentado el pueblo de Salasaca; es una población dispersa, ubicada en la provincia de Tungurahua, cantón San Pedro de Pelileo, parroquias García Moreno y Salasaca.
Salasaca, lugar en donde se encuentra una de las culturas indígenas más vibrantes de Ecuador. Los Salasaca, quienes son considerados mitimaes, probablemente de Bolivia, lugares que los incas conquistaron y luego desplazaron a la gente hacia el pie de la montaña Teligote, en la provincia de Tungurahua, actualmente en la mitad del camino de Ambato hacia Baños (la puerta al Amazonas). Su población es de aproximadamente 12,000 habitantes.
El territorio Salasaca es una llanura arenosa con una superficie total de 20 km². El idioma que utilizan es el Runa Shimi (Kichwa) y pertenecen a la nacionalidad kichwa. Tienen como actividades económicas principales la agricultura, ganadería y artesanía, en las que se inician desde muy temprana edad. Un aspecto muy característico de los salasaca son sus exquisitos tapices, que son tejidos a mano en telares de tecnología muy antigua. Muchos de los diseños muestran diversos aspectos de sus vidas; también tejen ponchos, suéteres, bolsos, sombreros y otros artículos. Los salasacas son buenos artesanos, se han especializado en el arte textil andino y han logrado un buen mercado nacional e internacional.

TEÑIDO SALASACA

En el Cantón Pelileo, provincia del Tungurahua, se asienta el grupo étnico de los Salasacas conocido por su actividad textil relacionada con la manufactura de tapices. Desde tiempos inmemoriales las mujeres hilaron lana, que los hombres se encargaban de tejerla. De esta forma,  se abastecieron para elaborar prendas femeninas: anacos, rebozos, llicllas, fajas, etc., así como ponchos y para una especie de bufanda que se la denominaba vara y media, a la que dan diferente uso hombres y mujeres.
Aunque todavía se observa que ciertas prendas de la indumentaria Salasaca tienen origen artesanal –hilado a mano y tejido en telar de cintura o pedales- es notorio que cada vez con mayor fuerza se introducen los tejidos industriales y el uso de fibras como el orlón que reemplazan a la lana.

En cuanto al tejido de tapices, en este oficio se ocupan preferentemente los jóvenes y lo hacen no solo en la comunidad,  sino que van a lugares de gran comercio textil, como Otavalo, a instalar sus propios talleres, o trabajar para indígenas otavaleños que los contratan para tejer tapices con diseños y técnicas adoptados por los salasacas.
Sin embargo del aprovechamiento de nuevas tecnologías textiles, de la adopción de nuevas materias primas, de la utilización de colorantes químicos para teñir la lana, los salasacas tienen el conocimiento y la práctica para el teñido de sus prendas de vestir a partir de la cochinilla, que se sigue cultivando como algo muy apreciado en Patoloma, en Gualacata, en la cabecera parroquial –Salasaca- , en Pucará y en el Rosario.
A pesar de que se considera que los colorantes químicos han reemplazado totalmente a los de origen natural, los Salasacas siguen sembrando el cacto de la cochinilla (nopalea cochenillifera)  y cuidando pacientemente los insectos que crecen allí (cocus cacti). Este es un insecto hemíptero originario de México, se alimentan del penco. Para teñir se recolectan solamente las hembras. Los machos dejan de alimentarse cuando pasan del estado de ninfa al estado adulto y mueren en cuanto han fecundado a la hembra. La cochinilla tiene unos 2 mm. de largo, color rojo y forma ovalada.
La recolección de la cochinilla se hace cada cuatro meses, y por parte de las mujeres. Los insectos recolectados se los coloca en un recipiente de madera, se los aplasta con una pequeña piedra redonda. Una vez que se que se ha formado una pasta homogénea se la moldea, dándole la forma de un pan, que se lo pone a secar sobre hojas de higuerilla. El secado se lo hace al sol y una vez seca se lo guarda por un buen tiempo antes de usarla . Del teñido con cochinilla se obtiene un color morado oscuro, que en tres gradaciones diferentes recibe los nombres en quichua de:  maqui puca, poroto puca y puca claro (literalmente significa: mano roja, fréjol rojo, y rojo claro).

Las tres tonalidades de rojo solo se tiñen en el mes de junio, para la fiesta del Corpus Christi, por cuanto la planta de ñachac que sirve para hacer una tintura previa a la tela, antes de emplear la cochinilla, florece únicamente en esa época. El color morado puede hacerse en cualquier época del año pues con facilidad se consiguen hojas y ramas de la planta  puma maqui. En octubre se hacen mingas para recoger plantas tintóreas.
 El teñido lo hacen de preferencia las mujeres, aunque también hay hombres que se dedican a esta tarea. La razón para que sea tarea femenina es que ellas están más acostumbradas que los hombres a permanecer en la cocina, junto al fuego y el humo. Parece que esta es la única causa, antes que alguna división de trabajo de orden cultural.
Antes de teñir, el tejido hay que someterlo a un lavado con el zumo obtenido de las hojas machacadas de cabuya blanca, llamada alanga, este lavado tiene como propósito eliminar la grasa de la fibra, ya que de no proceder así el colorante no penetra uniformemente  en la misma. La tendencia observada es que solamente las personas mayores siguen la tradición del cultivo y uso de la cochinilla. Existen diferentes procesos para teñir el morado y el rojo
Los kichwas Salasacas subsisten de la producción agrícola, ganadera y artesanal. Una de las expresiones culturales que identifica a los Salasacas es el tejido de tapices de diferentes motivos y diseños elaborados en telares manuales, los cuales relatan sus vivencias. La actividad agrícola es para su autoconsumo y se la realiza en dos pisos ecológicos, el alto y bajo. Los Salasaca, lugar en donde se encuentra una de las culturas indígenas más vibrantes de Ecuador. Los Salasaca, quienes son considerados mitimaes (grupos o pueblos enteros, trasladados en la época de los incas, hacia otros lugares totalmente distantes de su origen), probablemente de Bolivia, lugares que los incas conquistaron y luego desplazaron a la gente hacia el pie de la montaña Teligote, en la provincia de Tungurahua, actualmente en la mitad del camino de Ambato hacia Baños (la puerta al Amazonas).
Una parte del Parque Nacional Sangay se encuentra en espacios de la territorialidad del pueblo Salasaca y en su interior existen comunidades instaladas. Cuando hablamos del pueblo Salasaca, es necesario referirnos a Pelileo, pueblo ubicado entre Ambato y baños, a donde se llega por una carretera asfaltada, que va desde 2,100 a 4,700 msnm. La palabra Pelileo, tiene diferentes significados como “Laguna grande”, “Cacique poderoso”, “Fuerte como el rayo”, etc; la ciudad de Pelileo fue fundada por Don Antonio Clavijo en el año 1570; y fue declarada cantón el 22 de julio de 1860.  Además de sus bellos paisajes naturales, Pelileo presenta el atractivo de su artesanía de tejidos, madera, calzado y, sobre todo, la industria de jeans, que le han dado fama a la ciudad, y los cuales son muy apreciados por turistas nacionales y extranjeros.
Puedes disfrutar de tu estadía en el hotel Casino Emperador que realiza tours y paseos podrás realizar un recorrido en la ciudad y observar a los creativos artesanos que tejen sus sueños y transforman la lana en bellos tapices que muestran la riqueza cultural de los Salasacas. Sinfonía en azul, es la confección de jeans  en Pelileo, ciudad progresista desde donde se contempla la imponencia del volcán Tungurahua.

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